EXODO DE 41 CHIMPANCÉS UTILIZADOS EN EUROPA PARA LA EXPERIMENTACIÓN, ABANDONADOS A SU SUERTE.
La organización Four Paws lleva tiempo trabajando para que no se deje abandonados a 41 chimpancés que fueron utilizados en experimentos en los que fueron infectados con virus causantes del SIDA y de hepatitis. La compañía Baxter dejó a los chimpancés en un “safari park” comprometiéndose a correr con los gastos para su cuidado durante 6 años. Ese plazo ya se ha cumplido, y el safari park está en bancarrota. Ahora quieren trasladar a la mitad de los chimpancés, que sufren profundos traumas, a un zoo en Hungría que no está preparado para cuidarlos adecuadamente. No se conoce el destino del resto de los chimpancés. En cualquier caso, un zoo no es el destino adecuado, sobre todo para estos chimpancés enfermos física y psicológicamente, y la propia separación de los chimpancés, que ya habían empezado a formar grupos, supondría un daño añadido. Por ello Four Paws ha lanzado una campaña de firmas para que los chimpancés tengan garantizados los cuidados que necesitan, y que se les deben, el resto de sus vidas (su esperanza de vida supera en algunos casos los 20 años a partir del momento presente).
El Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España) se une a esta campaña internacional y pide que se envíen masivas firmas y se extienda por la red de ínternautas mundialmente, para forzar que sean llevados juntos a un Santuario donde puedan descansar en paz, pues considera que ya han prestado sus servicios al egoísmo humano y que ahora este debe de encontrarles un lugar donde puedan morir tranquilamente.
La página web para firmar en muestra de apoyo es esta: https://www.secureconnect.at/4pfoten.org/protest/090318/index.php
Pedro Pozas Terrados
(GAP/PGS – España)
www.proyectogransimio.org Más información a continuación, en un documento traducido por nuestra compañera del Proyecto Gran Simio Ane Alaña.
La preocupación de FOUR PAWS por los chimpancés anteriormente utilizados en laboratorios austriacos y su traspaso pendiente al Zoo de Veszprem
FOUR PAWS expresa su profunda preocupación por la amenaza inminente a un grupo de chimpancés en Austria que anteriormente fueron utilizados en laboratorios. Los denominados “chimpancés Baxter”, que en la actualidad viven en el Safaripark Gänserndorf/Austria, ahora en bancarrota, podrían ser separados a la fuerza pronto, y algunos de ellos podrían ser trasladados al zoo de Veszprem en Hungría.
Como parte de una alianza poco común entre la Tierschutzrat austriaca, las organizaciones en pro del bienestar animal, primatólogos internacionales y zoos europeos, FOUR PAWS lleva mucho tiempo abogando por una solución sostenible para todos y cada uno de los 41 chimpancés Baxter. El objetivo de esta solución debe ser el bienestar y la cura de estos chimpancés, víctimas de abusos que sufrieron durante décadas en los laboratorios de la compañía “Immuno AG” (que fue absorvida por Baxter en 1997). Fueron capturados en África, y presenciaron cómo masacraban a sus familias en el proceso. En los laboratorios Immuno, los huérfanos crecieron en pequeñas jaulas solitarias. Algunos de ellos sufrieron 20 años de aislamiento social. Fueron sometidos a incontables exámenes biomédicos y sedaciones. Se ha probado científicamente que esto los dejó psicológicamente debilitados, socialmente incompetentes y extremadamente vulnerables al estrés.
Existe el consenso, en todos los paises industrializados, de “retirar” los chimpancés que antes se utilizaron en experimentos biomédicos a santuarios en los que el objetivo principal es curar sus heridas y maximizar su bienestar. Incluso tras los extensivos intentos de resocializar y curar mentalmente a estos pobres chimpancés, siguen siendo frágiles. La exhibición de estos chimpancés socialmente incompetentes a los visitantes del zoo les provocará, de manera predecible, estrés severo y, consecuentemente, tensiones sociales. Esto podría tener como resultado agresiones abiertas, lesiones severas, y provocar la ruptura de sus precarias relaciones de amistad. ¿Qué pasará con ellos si no pueden llevarse bien con su grupo?
Aún es más, estos chimpancés sufren comportamientos anormales tales como desórdenes alimenticios, masturbación excesiva y compulsiva, se arrancan pelos y sufren ataques en los que se hieren a sí mismos, y estos desórdenes se darán más a menudo si se encuentran bajo estrés. Además del bienestar de los simios, ¿es esto lo que el público del zoo debería esperar?
Los zoos exhiben a los simios, a pesar del hecho de que son psicológicamente muy parecidos a los humanos, porque sostienen que “los simios cautivos son los embajadores de sus respectivas especies” y que el zoo, por lo tanto, está ayudando a proteger esas especies. ¿Pueden los chimpancés Baxter, que han sufrido abusos y se encuentran mentalmente enfermos, servir este propósito? ¿O serán reducidos sin querer a fenómenos curiosos, embarazosos y sin dignidad?
FOUR PAWS mantiene que cualquier solución debe respetar la condición clínica de estos simios, que fueron traumatizados como consecuencia de los abusos sufridos como animales de laboratorio. Necesitan cuidados especiales en un santuario, no en un zoo. Por lo tanto, FOUR PAWS se ha opuesto al plan de trasladar a algunos de estos chimpancés a un zoo en Hungría.¿Cómo llegaron los chimpancés a esta situación?
En 1999, tras la absorción de Immuno por parte de Baxter, decidieron detener los ensayos clínicos con chimpancés, dado que los chimpancés no representan un buen modelo para el VIH, y el creciente conocimiento sobre las similitudes psicológicas entre chimpancés y humanos, sus parientes biológicos cercanos, convirtieron los ensayos invasivos en un lastre para las relaciones públicas. A pesar de las claras advertencias, Baxter decidió confiar estos chimpancés a un parque safari local, que ya estaba al borde de la bancarrota. Tal y como se esperaba, el Safaripark Gänserndorf quebró un año después de que los chimpancés fueran alojados en sus instalaciones. Los chimpancés recibieron una dotación de Baxter que no duró más de seis años para su “retiro”, hasta 2008. Los chimpancés tienen una longevidad de aproximadamente 50 años, lo que significa que necesitan fondos de pensión hasta la década de 2030.
En la situación actual, las mismas personas que idearon el acuerdo con el parque safari han tramado una segunda “solución”: separar a los chimpancés Baxter y enviar a los considerados “sanos” a otro zoo más, dirigido por el antiguo jefe de operaciones del Dafaripark Gänserndorf. Este zoo ha construido recientemente nuevas instalaciones para chimpancés que sí tienen en cuenta las debilidades sociales de los chimpancés Baxter, por ejemplo, posibilitando las composiciones flexibles de grupos. No se conocen planes alternativos para los chimpancés que sucumban al estrés de verse exhibidos públicamente tras haber pasado la mayor parte de sus vidas encerrados en la sala de Bioseguridad del Nivel Cuatro. Y las instalaciones del zoo de Veszprem no alcanzan los niveles requeridos por la ley austriaca de bienestar animal para asegurar el bienestar de los chimpancés en cautividad.
El futuro de los 23 chimpancés que continúan en Gänserndorf sigue siendo una completa incógnita. El consejo austriaco para el bienestar animal (Tierschutzrat) es un organismo legal creado a raíz de la Ley Austriaca de Bienestar Animal. Desde que el Safaripark Gänserndorf quebró en 2004, el Tierschutzrat ha recomendado no eutanasiar a los chimpancés Baxter, manteniéndolos en las condiciones descritas por la ley austriaca que deben ser cumplidas, y que su rehabilitación debe continuar y ser supervisada por científicos. Estas recomendaciones están siendo ignoradas.
La salud física de los chimpancés
Los chimpancés que el zoo de Veszprem planea acoger fueron utilizados como sujetos de ensayos biomédicos desde 1974 hasta 1997. Se sabe que fueron empleados a menudo en investigaciones de la hepatitis y el VIH, pero estas investigaciones fueron mantenidas en secreto por la compañía farmacéutica (anteriormente Immuno, ahora Baxter). Como resultado de los ensayos biomédicos, aproximadamente la mitad de estos 41 chimpancés están ahora infectados de hepatitis C o VIH.
El estatus infeccioso de la otra mitad no está aún claro. Una parte de los chimpancés supuestamente no infecciosos fueron sometidos a pruebas otra vez en 2005 por un laboratorio independiente y algunos dieron positivo, en contraste con la clasificación original basada en pruebas realizadas por Baxter. Existen rumores de que se han realizado más pruebas, pero los resultados no han sido hechos públicos aún.
El daño psicológico potencial causado a todos los chimpancés por la división del grupo, el riesgo añadido para los chimancés en el zoo que suponen los visitantes y el dudoso estado de salud de los chimpancés hacen que la sugerencia de separar a los simios resulte irrespnsable, en el mejor de los casos. En el peor, los chimpancés están siendo, una vez más, víctimas de intereses financieros. Esto debe parar.
31 May 2009